Fernando Barrientos

Cumplimiento y los retos a los que se enfrenta la era digital

Por Carlos Fernando Barrientos

Sin anticiparlo y drásticamente, el mundo, como lo demuestra la historia, se ha enfrentado a eventos que producen rápidamente cambios en el estilo de vida de los seres humanos, estos eventos pueden ir desde guerras y revoluciones industriales hasta pandemias y revoluciones digitales, como recientemente lo hemos experimentado. Cuando el mundo se vuelve a enfrentar a un nuevo evento, nos encontramos en el año 2020, apenas comprendiendo lo que una pandemia puede generar en el siglo XXI, con el tiempo los seres humanos demostramos nuevamente que es posible adaptarse a todo tipo de situaciones, sin embargo, la clave la encontramos en lo que hacemos para lograr adaptarnos.

Durante el primer año de la pandemia COVID-19 el nuevo estilo de vida salió a la luz exponencialmente, los tiempos que los seres humanos pasábamos frente a una pantalla, incrementaron significativamente, alcanzando incluso las 14 horas al día para algunos lugares de Latinoamérica y Europa, la modalidad virtual era la norma, desde las clases en línea hasta un teletrabajo, teniendo como consecuencia que todos buscásemos realizar nuestras actividades en la web como una solución a las medidas sanitarias que los gobiernos en el planeta imponían.

Esta situación no fue exclusiva de ningún sector o rama, sino que llego a cada rincón de las actividades que se desenvolvían a diario, una de ellas el “Cumplimiento”. Los profesionales dedicados a esta rama se empiezan a enfrentar a retos que van mucho más lejos de un trabajo en casa, ya que la pandemia no llegó creando una revolución digital, sino, acelerando el proceso.

La realidad a la que se empiezan a enfrentar los profesionales en Cumplimiento tiene sus bases en la migración de lo físico a lo digital. Este fenómeno ya se encuentra en marcha, al día hoy, podemos observar cómo el sistema financiero reduce sus puntos físicos y enfoca su atención en los canales digitales que ponen a disposición de sus clientes pagos de productos y servicios financieros y no financieros, sin mencionar la infinidad de funciones que los monederos electrónicos ofrecen al mercado, provocando que la cantidad de transacciones electrónicas incremente sustancialmente y los clientes se terminen acostumbrando a pagar electrónicamente, por tanto, para el profesional de cumplimiento, cosas como un registro de cliente completamente digital e independiente, empiezan a convertirse en norma, atendiendo a múltiples eventos de riesgo, como la suplantación de identidad, documentos de identificación falsos, fraude, entre otros, que se convierten en los preferidos por los lavadores de dinero y personas dedicadas al financiamiento del terrorismo, a través de estos medios digitales, ya que tradicionalmente el esquema se basaba en acercamientos totalmente presenciales, el reto en la nueva realidad es conocer, identificar y verificar al cliente digital. Para el profesional de cumplimiento que desee enfrentarse a esta nueva realidad, lo aconsejable es redireccionar su atención por los siguientes puntos:

  1. Adaptar sus programas de cumplimiento al entorno digital;
  2. Modificar o ampliar sus políticas de conocimiento del cliente en función de la vía que utiliza para: a) el inicio de relación, b) la actualización de información y c) el proceso de Debida diligencia que pueden ser físicos o digitales.
  3. Evaluar si su Administración Basada en Riesgos de prevención de Lavado de dinero u otros activos y financiamiento del terrorismo, cubre el contexto digital en el que sus clientes, productos y servicios, canales y jurisdicciones se desarrollan.
  4. Poner a prueba sus herramientas de monitoreo y diseñar nuevas señales de alerta, en función de las nuevas tipologías, que ponen a disposición las Unidades de Inteligencia Financiera, sobre cómo las personas dedicadas al lavado de dinero y otros activos y financiamiento del terrorismo operan utilizando los medios digitales que tienen a su alcance.

No obstante, lo anterior no es garantía de poder enfrentarnos a la era digital, pues los eventos de riesgos, hoy, son limitados únicamente por la imaginación del que pretenda desarrollarlos, por lo que, sumado a esto es indispensable que el profesional de cumplimiento siga capacitándose y ya no de manera tradicional, sino que abarcando los temas que representan el futuro, entre los que encontramos, ciberseguridad, activos digitales, Inteligencia Artificial para la detección de actividades inusuales, entre otros.

Por último, es importante tomar en cuenta, que aún tenemos retos como la actualización de la normativa de LD&FT y la poca regulación de ciberdelitos en algunos países centroamericanos, a los que enfrentarnos, sin embargo, esto en algún momento llegará pues el mundo seguirá cambiando, tan rápido que al volver la mirada al momento en donde iniciamos nos parezca que hemos recorrido un tramo más largo del esperado, y por ello es importante que evaluemos a conciencia a donde queremos llegar en esta nueva era, pues aún tenemos mucho que a lo que enfrentarnos y mucho que aprender.

Sobre Carlos Fernando Barrientos

Con poco más de 5 años de experiencia en cumplimiento, certificado a nivel internacional como experto en Blanqueo de Capitales y financiamiento del terrorismo y con pensum cerrado de la Licenciatura de Ciencias Jurídicas y Sociales Abogacía y Notariado recientemente en el año 2021 y próximo a titularse en la carrera, actualmente se desempeña como Oficial de Cumplimiento Titular, en Pronet, entidad que posee la red de puntos de Pagos más grandes del país y su propia Billetera Electrónica.

Inició su carrera como analista de debida diligencia en la Gerencia de Cumplimiento del Grupo financiero G&T Continental, y con el tiempo fue buscando su superación en el campo del cumplimiento, recorriendo puestos en la materia que le mostraron el proceso de lo que desarrollan las oficinas de cumplimiento, sin dejar de capacitarse, y asistiendo a los congresos en materia, como CLADIT, para mantenerse actualizado en el mundo del Compliance.

L Giselle Estrada

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